Mi experiencia en la escritura: ¿Por qué quiero escribir?

¡Hola mis amores! Hoy les traigo un post un poco diferente, es el primero de una nueva sección que voy a comenzar a publicar en mis redes sobre mi proceso de escritura. Quizás algunos lo sepan, quizás otros no, pero uno de mis propósitos más importantes este año es terminar el primer borrador de mi novela. La verdad es que este post no está muy esquematizado ni demasiado pensado, sencillamente quiero sentarme frente a la computadora y tratar de ser lo más sincera posible con ustedes. Porque la verdad es que el proceso de escritura es largo, cansador y en ocasiones muy frustrante. Sin embargo, es algo que me apasiona desde hace muchos años, y es por eso que quiero compartir este proceso con ustedes, que a esta altura se volvieron una parte del día a día en mi vida. 

Esta es una historia que hace años está dando vueltas en mi cabeza y recién hace unos meses me propuse a llevarla al papel. Comencé en ese momento a crear un esquema para mi novela, a planear su inicio, su desarrollo y su final. Como es además una novela de fantasía, tomé bastante tiempo para crear lo mejor posible las bases de esta mundo mágico en el cual la historia iba a desarrollarse.

Sin embargo, a la hora de construir mis personajes, sentía que siempre me faltaba algo. Es que, en mi opinión personal, la creación de los personajes es una de las cosas más complicadas a la hora de escribir. Más si sos una persona como yo, que lo que más me gana en las distintas novelas que leo es la conexión con esos personajes. Es por esto que sentía  que necesitaba crearlos de la forma más real y cercana a mí que me fuera posible. Sin embargo, parecía que esto me resultaba cada vez más difícil, y después de escribir algunos capítulos, los cuales me resultaron casi carentes de sentido, abandoné el proyecto. 

Claro que influyeron factores externos también. Eran los últimos meses del año, en los cuales comienzo a estresarme más, en los cuales tengo que hacer lo posible por mantener las regularidades en la facultad y, además, preparar materias para rendir finales. Aunque parezca exagerado, el estar con la cabeza metida en el estudio me imposibilitó de centrar en mi proyecto todas las energías que requería. 

Pasado ese momento del año, cuando me senté a pensar en aquello que había realizado en el año 2018 y en lo que quiero realizar en este año 2019, me di cuenta de que no quería abandonar la idea de escribir esa novela en particular. Sobre todo porque mi cabeza explotaba de ideas sobre nuevos personajes, nuevas escenas y cambios en el funcionamiento de ese mundo. Así que comencé a anotar casi al azar todo aquello que venía a mi cabeza, anotaba en word, en cuadernos, en la agenda, en el teléfono y dónde pudiera. Y poco a poco, casi sin darme cuenta, aquello que meses atrás me había llenado de frustración, comenzó a ser mi mayor motivación.

Es así que comencé a plantearme el porqué de todo. Primero y principal me pregunté porqué quería escribir. Y esto parece algo básico, pero a veces tenemos ese deseo tan interiorizado que ni siquiera nos lo cuestionamos. ¿Por qué quiero escribir? "Porque me apasiona" hubiera dicho yo en algún momento, pero la pregunta es, ¿por qué me apasiona escribir? 

Y finalmente llegué a la respuesta que yo quería. Me gusta escribir, me apasiona escribir, porque lo que quiero hacer es contar una historia. Porque amo leer y que las historias me sean contadas, pero tengo un deseo fuerte de que alguna vez la voz detrás de la narración sea la mía. 

Como dato de color voy a contarles que soy una fiel creyente de una teoría lingüística que, en palabras muy simples, sostiene que el lenguaje es subjetivo, y esa subjetividad se deja ver incluso aunque creamos que estamos siendo objetivos. Puede verse claramente en las noticias, donde se busca una objetividad y, sin embargo, puede notarse siempre la ideología de aquel que escribe el texto periodístico.

¿A qué voy con esto? Una de las cosas que más me apasionan de los libros es cuando me encuentro detrás de la historia la voz del autor queriéndonos decir algo. A veces a través de una frase, a veces con la voz de un personaje. Pero el autor está ahí detrás dándonos su opinión o compartiéndonos parte de su vida y sus pensamientos. Yo siento que tengo mucho por decir, que puede o no interesarle al lector, pero ese no es para mí el punto ahora. Mi objetivo es hacer escuchar mi voz a través de la historia que estoy contando. Quiero poder juntar aquellas ideas que vuelan en mi cabeza y que deseo narrar con la persona que yo soy, y con lo que me inspira a ser quien soy día a día. 

Y lo siguiente en lo que pensé fue el porqué de esta historia en particular. Y ésta no fue una pregunta que me costó demasiado responder. Siendoles sincera al cien por cien, tengo anotadas mil ideas para escribir, pero esta fue la primera vez que sentí una fuerte necesidad de sentarme a narrar una de esas ideas. Y creo que eso se debe a que es la única que tuve que me dió la sensación de estar completamente conectada conmigo. Desde la base de la cual partí para crear el mundo en el cual viven los personajes, hasta las escenas que surgían en mi cabeza casi de la nada. Todo lo que constituye a esta novela tiene una relación bastante estrecha con la persona que soy, y es por eso que quiero contarla.

Quisiera poder contarles absolutamente todo lo que estoy escribiendo, contarles sobre qué se trata, quienes son sus personajes, que los mueve y motiva, porqué siento a estar historia tan cercana. Pero claramente falta demasiado como para comenzar a comentarles al menos de qué trata. De momento quiero agradecerte si llegaste hasta este punto del post, y quiero que me compartas en los comentarios si escribís o no, y cuál es tu experiencia haciéndolo. Para el próximo post espero poder contarles un poco sobre como cree (y creo) a mis personajes, algo que tanto trabajo me costó en una primera instancia, aunque por suerte hoy estoy demasiado feliz con ellos, y creo que hasta estoy enamorada y fangirleando con mis propias creaciones. 

Te agradezco mucho por estar de ese lado de la pantalla y haberte tomado el tiempo de leerme. Los quiero mucho.